Escribir siempre ha sido una de mis pocas pasiones. Ensayo con la vida mientras escribo un libro, un compendio de folios desordenados y sucios guardados de cualquier manera en algún que otro cajón y que algún día pienso publicar. A menudo la duda se apodera de mi mente y me pregunto por qué escribo, para quién, si tiene sentido plasmar tanto sentimiento en papeles que de repente arrugo y tiro a la papelera... Hay momentos en que tengo la certeza de perder el tiempo escribiendo y filosofando de cosas que no entiendo ni entenderé jamás. Qué más da. Haimak

sábado, 17 de marzo de 2012

Escribir


Tengo la manía de sentarme a escribir cuando mis dedos se tensan insípidos y mi inspiración está agotada (es típico de mi, mujer de sentimientos y letras, siempre escribiendo al amor)...
Hoy divago extraña, como esos días que no se definen entre nubes y rayos de sol.
Esta necesidad de escribir para sentirme viva es a veces tan agotadora como el insomnio que me ataca cada noche y al que solo vence el cansancio y la insatisfacción.
Empieza como una punzada en el pecho, una angustia creciente, la respiración entrecortada...y tengo que sentarme frente a un teclado o un papel, y hacerlo.
Sentir que por fin se libera mi alma y que mis sentimientos afloran a flor de piel.
Suelo escribir en los momentos más inoportunos, más inverosímiles...cuándo te busco, cuando te pienso...cuando invades mis sueños.

De pronto sucede que no tengo nada que escribir, porque los sentimientos se esfuman y el interés me abandona (divago entonces en oscuridad y susurros)

Lo cotidiano devora la poesía, cada vez menos conmigo, y me cuesta agrupar versos de encanto para ti.
No me acostumbro a ver tan engañoso todo, el día helado por laventana o el frío traidor de esta ciudad, que te cala los huesos y la mirada, una mirada tuya por siempre.

Quiero meterme en la cama para escribir y no morir de este frio tan helado que congela mi alma y mi corazón, pero es imposible, porque ahora mejor que escribir es dormir y soñar contigo.


                                                     Haimak